ARTISTA | Emprender como Artista

MÓDULO 1 | ¿QUÉ TIPO DE ARTISTA ERES ?

  EL ARTE COMO UN DON INNATO DE POR VIDA

¿Se nace artista o se llega a serlo?

Esta es una pregunta que ha intrigado a filósofos, científicos y amantes del arte a lo largo de la historia.

Algunos sostienen que la habilidad artística es un talento que se desarrolla con el tiempo.

Otros creen que es un don innato que se manifiesta desde el principio de la vida.

En este sentido, la idea de que «se es artista desde que se nace hasta que se muere» cobra un significado poderoso.

Aunque muchos artistas no ejerzan profesionalmente en el mundo del arte y pueden encontrarse ocupados en otros campos laborales, la esencia artística permanece intrínseca en su ser.

Ser artista es un estado de ser, una perspectiva única a través de la cual se observa y se interactúa con el mundo.

Es una lente a través de la cual se interpretan los colores, las formas, los sonidos y las texturas que componen nuestra realidad.

 

Imagina a un niño que se deleita en el acto de crear garabatos en un papel, sin preocuparse por la representación exacta de los objetos.

¿Es esto un signo temprano de su potencial artístico?

Sin duda, la inclinación natural de explorar, experimentar y expresar es una muestra temprana de esa chispa artística.

A medida que crecemos, algunos pueden abrazar esa chispa y seguir buscando formas de expresión artística.

Por el contrario, otros pueden relegarla a un segundo plano y no prestarle la atención que merece.

La habilidad artística trasciende las fronteras de la profesión.

Incluso si alguien no trabaja como pintor, escultor, músico, fotógrafo, escritor o actor, puede llevar consigo el espíritu creativo en cada aspecto de su vida.

Desde la forma en que organizan su hogar hasta cómo resuelven problemas en el trabajo, el enfoque artístico puede influir y mejorar cada elección que hacen.

Cada individuo tiene la capacidad de transformar lo ordinario en algo extraordinario, de convertir lo común en una expresión única de su visión personal.

La creación artística, en todas sus formas, otorga la posibilidad de trascender el tiempo y el espacio.

Cuando un artista se sumerge en su proceso creativo, puede entrar en un estado casi mágico, en el cual la conexión con el mundo exterior se disuelve.

Entonces, solo queda el diálogo entre el artista y su obra.

Este espacio íntimo y personal es un reflejo de la sensibilidad artística, una capacidad de observar y capturar la esencia misma de la vida en sus diversas manifestaciones.


Ser artista, por tanto, es un regalo que perdura desde el momento del nacimiento hasta el último suspiro.


 

No es una mera etiqueta o una profesión, sino un aspecto fundamental de la identidad de una persona creativa.

La pasión por crear, la habilidad de transformar la materia en una manifestación de belleza y la capacidad de observar el mundo con una mirada única, son elementos que definen a un artista en todo momento.

En última instancia, el arte no se limita a un lienzo o a un bloque de mármol, una partitura o una página en blanco.

El arte se encuentra en cada rincón de la vida, en cada acto de creación y en cada momento de contemplación.

Así que, , se es artista desde que se nace hasta que se muere.

  EL SÍNDROME DEL IMPOSTOR

¿Tu voz interior te dice que no vales o que no serás capaz?

En algún momento puedes replantearte todo lo que estás haciendo.

Estas inmerso en una situación de ansiedad, de pánico, de frustación o de miedo al fracaso.

Puede ser el síndrome del impostor, también llamado ‘fenómeno del impostor’ o ‘síndrome de fraude’.

Se trata de un problema psicológico en el que eres incapaz de reconocer tus propios logros y valía personal.

Este síndrome conlleva un miedo permanente a ser descubierto como un mentiroso.

Cuando esto ocurre, es una realidad que no se puede ignorar y que se debe aprender a manejar para poder seguir adelante.

La ansiedad y el pánico son respuestas naturales del cuerpo ante situaciones de estrés, y aparecen cuando se está trabajando arduamente para alcanzar los objetivos marcados.

El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico en el que la persona que lo sufre tiene la sensación de no merecer el éxito que ha alcanzado.

Tiene miedo de ser descubierta como un fraude.

 

Las causas de este síntoma pueden ser diversas y algunas de las principales son:

– Autoexigencia: Tener altos estándares y expectativas para sí mismo, lo que puede llevarle a sentir que nunca está haciendo lo suficiente y que está engañando a otros.

– Perfeccionismo: Creer que todo debe ser perfecto a menudo o no cumplir con sus propias expectativas, puede alimentar el sentimiento de fraude.

– Falta de autoestima: Dificultades para aceptar el éxito y la alabanza de los demás, lo que puede llevar a sentimientos de impostor.

– Fracaso: Si ha experimentado fracasos o rechazos en el pasado puede tener miedo de ser descubierto como fraude y, por lo tanto, puede tener dificultades para aceptar el éxito.

 

Es importante tener en cuenta que no hay una única causa del síndrome del impostor, y que puede ser influenciado por factores tanto internos como externos.

Sin embargo, si estos sentimientos comienzan a interferir en la vida diaria y la capacidad para funcionar, pueden convertirse en un trastorno de ansiedad.

Uno de los principales síntomas de este desorden psicológico es tener un alto nivel de autoexigencia.

Esta autoexigencia puede ser tan extrema que te impide reconocer lo que vales y tus logros personales.

No debes juzgarte severamente y no permitirte disfrutar de tus éxitos, porque pienses que siempre hay algo más que podrías haber hecho mejor.

 


Entonces, ¿qué puedo hacer para manejar estos sentimientos y seguir trabajando hacia mis metas?

– El primer paso es reconocerlo y ser conscientes del problema.
– Tus pensamientos tienen mucho más poder del que te imaginas y debes pensar en positivo.
– Reconoce tus éxitos y tenerlos presentes siempre que te invada la ansiedad.
– Acepta el fracaso y no te exigas más de lo necesario por querer ser perfecto.
– No dejes que el miedo a fracasar te paralice y sigue avanzando.
– Se realista y no te marques metas imposibles.


 

En lugar de juzgarte constantemente y centrarte en tus errores, reconoce tus logros y celebralos.

Aprender a valorar lo que has logrado hasta ahora, porque te ayudará a seguir motivado en tu proyecto.

Nadie alcanza sus sueños sin tropiezos y errores.

Aprender de tus errores te hará más fuerte y más resistente en tu camino hacia el éxito.

  ROMPE BARRERAS Y LIBERA TU POTENCIAL ARTÍSTICO

Como primer ejercico, te propongo una pregunta que, como artista, deberías formularte con cierta frecuencia.

Te conviene para que puedas descubrir y desterrar de tu pensamiento las creencias internas que limitan tu opción de poder dedicarte profesionalmente al arte.

Se trata de vivir de tu vocación artística,
pero…

¿Qué es realmente lo que impide crecer y hacer rentable tu proyecto de arte?

En primer lugar, debes aprender a no tener miedo al fracaso y a no permitir que condicione tu progreso la autocritica inadecuada y las creencias malsanas que tienes arraigadas en tu pensamiento.

¿Sabes como hacerlo?

Siendo honesto contigo mismo y sin hacer trampas.

No engañándote .

 

No te plantees la realidad de tu situación como artista de una manera errónea, para evitar reconocer los aspectos más conflictivos.

Empieza por analizar e identificar tres criticas internas que seguro afectan tu comportamiento:

1. ¿Confío en mi capacidad de trabajo para poder vivir del arte?

2. ¿Realmente, tengo pocas oportunidades porque he nacido en este país, en este entorno familiar o por la situación personal en que vivo?

3. ¿Tengo suficiente talento, formación y experiencia para defender mi obra en un mercado inhóspito?

Si has identificado correctamente cada una de estas tres creencias que limitan tu crecimiento, tienes que empezar a tomar acciones para irlas modificando y valorando en su justa medida.

Tus pensamientos y creencias son los cimientos sobre los cuales construyes tu camino en el mercado de arte.

 

Si crees que no eres lo suficientemente talentoso, que la competencia es abrumadora o que el éxito es inalcanzable, estás construyendo una prisión mental que limita tu crecimiento.

Desenvolverte en el mercado de arte no es fácil, pero en tu interior se encuentran los grandes obstáculos que frenan tu progreso.

Pensamientos y creencias son tu mundo interno.

Lo que suceda en tu entorno a nivel social, económico o artístico es el mundo externo.

Solo podrás cambiar o defenderte frente a lo que ocurre en el exterior si el trabajo interno lo has realizado correctamente a la hora de derribar tus creencias limitantes.

Derribarlas es como romper los barrotes de esa prisión mental, liberándote para actuar y reaccionar de manera más eficaz en el mundo exterior.

 

Poder, se puede.

Obstáculos los encontrarás siempre.

En tu país, en tu ciudad o en el ámbito de tu circulo social.

Pero, si otros artistas lo han conseguido en el mismo terreno en el que tu te desenvuelves, tú también puedes.

 


Los dos pasos que te voy a proponer a continuación son esenciales para desbloquear tu potencial:

1. Una vez que hayas identificado tus creencias limitantes, cuestiónalas.
¿Son realmente ciertas o son percepciones distorsionadas?
Reúne evidencias que desafíen esas creencias y construye argumentos sólidos en su contra.

2. A medida que desafíes tus creencias limitantes, reemplázalas con afirmaciones positivas y potenciadoras.
Por ejemplo, si crees que no eres lo suficientemente talentoso, cámbialo por «Estoy en constante crecimiento y mejora en mi arte».


 

Solo se trata de conocer y desterrar las creencias inapropiadas que te perjudican.

Las que frenan tu progreso como artista, porque no podrás hacerlo si tu actitud es el principal obstáculo para avanzar.

El mercado de arte puede ser desafiante, pero gran parte de ese desafío proviene del comportamiento que tu mismo creas y alimentas.

Así que, ¡adelante!

Empieza a trabajar en tu mundo interno para conquistar el mundo externo y llevar tu carrera artística al siguiente nivel.

¡Tú tienes el poder de hacerlo!

  ¿QUÉ CLASE DE ARTISTA ERES?

Ser artista es algo maravilloso.

Porque eres capaz de crear y transformar la materia en una obra de arte, creando un espacio personal y mágico.

Además, todo ello, a través de una sensibilidad focalizada a observar e interpretar el mundo.

Disfrutar de esta experiencia de una forma plena es la pretensión que tienen todos los que se sienten atraídos por el arte.

Pero, ¿qué tipo de artista eres tú o quieres ser?

La voluntad de superación y la necesidad de expresarte a través de tu arte es la mejor manera de desarrollarte como artista.

Ahora bien, cuando decides vivir de tu creatividad tienes que acomodar tus tiempos a producir y gestionar tu trabajo como hábitos normales en tu rutina diaria .

Por ejemplo, digamos que eres artista porque ves en el arte ese mundo romántico que te atrae, donde se manifiestan las más puras expresiones humanas.

Quizás, hoy en día, sea una utopía, porque cuando el arte entra a formar parte del mercado éste se ve inmerso en una pugna de intereses, comportamientos y poderes jerarquizados en busca de su parte del pastel.

Esta pugna la protagonizan los artistas, galerías y directores de museos, curadores, críticos
y coleccionistas, que determinan en algún momento tu éxito o tu fracaso.

De tí depende saber a qué nivel de mercado te interesa desenvolverte artísticamente.

Igual que no existe un solo modelo de artista, no debes dejarte influenciar por un determinado sector del mercado.

Hay muchas oportunidades para poder desarrollarte y para convertir tu vocación en una profesión que te satisfaga en lo personal y te permita económicamente vivir de ella.

 

A veces, nos asombramos cuando conocemos obras de arte por las que han pagado
decenas de millones.

Creemos que el artista que lo consigue es porque ha llegado al nivel más alto.

En realidad, este pensamiento es un espejismo.

Ten en cuenta que un 99,9% de los artistas no están, ni estarán nunca, en este ranking mercantilista y conseguirlo tampoco es la única opción que te ofrece el mercado del arte.

En este mercado hay también espacio
para galerías que representan firmas de primer nivel,
para galerías más modestas de ámbito nacional o local,
para artistas que trabajan por encargo,
para retratistas con una cartera de clientes,
para artistas emergentes subvencionados
o, simplemente, artistas comerciales.

Todos tienen cabida en el mercado del arte, sean académicos de Bellas Artes o autodidactas, autónomos o empresarios liberales.

Según tus inquietudes e intereses debes decidir que nicho de mercado será el tuyo y asumir el rol de artista que has decidido ser.

Hay muchos tipos de artista y muy variados que se revelan de distinta forma en su comportamiento, tanto en lo personal, como en lo profesional o en lo artístico.

En el escenario del arte podemos encontrar individuos: 

– Con un cliché romántico y de comportamiento obsoleto hoy en día, como podría ser Van Gogh.

– Con talento renacentista, como Leonardo Da Vinci.

– Otros con síndrome mercantilista, como el norteamericano Jeff Koons.

– Quizás, hedonistas empedernidos, sirva de ejemplo Pablo Picasso.

– Adictos crónicos, como fue el caso de Jackson Pollock.

– Algunos existencialistas torturados como Andy Warhol.

– Conceptuales comprometidos, como Sol Lewitt.

– Excéntricos presentuosos, como Salvador Dalí.

– Marginales underground irreductibles, como Nazario.

– Utópicos idealistas, como el alemán Joseph Beuys.

– O virtuosos de la técnica, como el español Antonio López.

Artistas que se comportarán como genios o divos, como personas activas o engreídas, que serán tímidos y huraños, extrovertidos y simpáticos, afectuosos, antipáticos o insufribles.

Técnicamente, también hay que reconocer que son buenos profesionales y excelentes artistas, que pueden etiquetarse como realistas o abstractos, hiperrealistas o conceptuales, performativos, escultores, fotógrafos o grabadores o artistas del videoarte.

Todos son válidos, porque no existe un solo tipo de artista.

 

Hay cabida para todos en el mercado del arte y para ti también.

Eso sí, tan pronto te desenvuelvas en el terreno del mercado del arte debes saber cuál es tu lugar apropiado.

No conviene estar en un sitio, porque tú lo has elegido o porque es lo que te corresponde por tu trabajo artístico y pretender disfrutar de lo que hay en otro lugar.

honesto contigo mismo y consecuente con la realidad que te rodea.

Me explico y sirva sólo como ejemplo.

Si eres un excelente pintor de paisajes y comercializas tu obra directamente o expones en centros culturales de los municipios cercanos a tu estudio, como es el caso de muchos artistas, no pretendas que tu obra forme parte de la colección del Guggenheim.

No se puede hablar desde una visión fundamentalista del artista, como si hubiera un solo modelo esencial e inamovible en su definición.

Entonces, , como artista, recuerda que puedes estar en el mundo del arte escogiendo el modelo, la opción y el posicionamiento que prefieras sin atender a los intereses creados, que tanto mal han hecho a las disciplinas artísticas.

La realidad es que en un sistema capitalista como el que nos encontramos rige una economía de mercado.

El artista profesional debe estar en él con normalidad, porque tiene que comer de su trabajo y tiene facturas que pagar a fin de mes.

Por lo tanto sé libre en la elección.

Sin complejos de cómo negociar o comercializar tu trabajo y auténtico siempre en tu producción artística.

  COMO ACTUAR EN EL MERCADO DEL ARTE

Para ser un artista de referencia tienes que ser aceptado por los intermediarios que actúan en el mercado.

Digamos que son las galerías, los críticos, las instituciones y los museos, entre otros factores.

Además, la obra de arte (a diferencia de otras artes: cine, fotografía, música, teatro…) suele ser una pieza única e irrepetible por lo que se añade a su cotización un valor diferencial y exclusivo.

El precio de la obra de un artista dentro del mercado primario se basa en sus dimensiones y en la reputación y solvencia del artista.

Es decir, se aplica el baremo de valoración por centímetro cuadrado, quedando todas las obras expuestas, en función de su tamaño, con la misma referencia de precio y no basándose en la calidad de la obra.

Por supuesto, la calidad se tiene en cuenta a la hora de ser aceptado o no por una galería, pero no es el principal elemento que decida su tasación.

 

En el mercado primario es la galería el principal agente que interviene en la trayectoria profesional del artista por ser su representante y promotor.

La galería trabaja para situar a los artistas que representa al primer nivel del mercado, tanto en la comercialización como en el reconocimiento de su obra

Promociona a sus representados con el fin de establecer una red lo más amplia posible a nivel nacional e internacional, a través de intercambios con otras galerías, presencia en los medios de comunicación, asistencia a ferias, participación en eventos y muestra colectivas de relevancia, etcétera.

La galería o marchante del artista debe diseñar una estrategia muy solvente en la fijación de precios durante su promoción.

Está en juego la reputación del artista y de ella dependerá, en gran medida, el éxito o no de su representado.

La escala de la comercialización debe ser gradual en función de la demanda y ésta solo puede trazarse al alza.

Nunca deben bajarse los precios, aunque temporalmente exista una carencia de mercado.

Hacerlo significa una devaluación de la obra vendida anteriormente y la desconfianza del coleccionista hacia al artista.

En estos casos, la galería o representante prefiere retirar al artista del mercado de manera temporal o definitivamente.

El artista, por su parte, recurrirá a otras galerías de menor nivel o a un sector del mercado con precios más bajos.

Otras opciones, por parte del artista, antes de bajar los precios, sería crear obra nueva con soporte y técnica diferente a la habitual, editar colecciones de obra seriada o aceptar encargos ajustados a un presupuesto previo.

  SABER ADAPTARSE A LOS NUEVOS TIEMPOS

No limites la posibilidad de ganar dinero dedicándote con tu trabajo exclusivamente a tu obra personal.

Una constante que se repite en los artistas emergentes es que cada vez más prescinden de intermediarios y gestionan directamente su trabajo.

Los gustos de la sociedad han cambiado y hay que adaptarse a los nuevos tiempos, porque las prioridades del público en cuestiones artísticas ya no son los mismas que unos años atrás.

Como artista, tienes que actuar con imaginación y hacer que tu oferta se ajuste a su demanda.

Hacer lo contrario te permitirá más libertad creativa, pero también condicionará tus posibilidades de conseguir ingresos.

Seguro que te saldrán encargos y los beneficios económicos que te aporten te darán más holgura para después poderte dedicar por completo a crear tu propia obra.

Los encargos pueden ser pintar un retrato, realizar una escultura para un espacio público, una edición limitada para un acto socio-cultural, participar en un proyecto con tu aportación artística, ilustrar una publicación o hacer un cartel de fiestas, por ejemplo.

Las posibilidades son muchas y todas ellas muy dignas de desarrollar sin que se tenga que sentir herido tu orgullo.

La arrogancia es mala compañera y, aunque algunos la practiquen, distorsiona la realidad, distanciándote del verdadero objetivo que persigues y que no es otro que el de poder vivir ejerciendo el oficio que te gusta.

Imagen de brgfx  en Freepik

“No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente.

Es la que más se adapta al cambio”. 

Charles Darwin

Charles Darwin: Imagen de brgfx en Freepik

  ¿QUIEN DETERMINA TU NIVEL DE ARTISTA?

En el mercado del arte contemporáneo, más que la calidad de ejecución que ofrece su obra, predominan los criterios de autorreferencia, que son las calificaciones o reconocimientos que obtienes por parte de la crítica, medios de información especializados o prestigio expositivo.

Se mantiene la fama del artista siempre y cuando se mantenga en el mismo nivel o lo aumente en credibilidad por su calidad y reconocimiento del sector.

En esta estabilidad profesional es un factor determinante la demanda del mercado.

Si baja la demanda o careces de ella como artista puedes ser expulsado del sistema.

Así de fácil.

 

Cuando el artista deja de ser emergente y sale del entorno de nichos menores de mercado en los que ha comercializado su obra desde el inicio de su carrera y, después de superar varias etapas, llega al primer nivel, donde se alcanzan los precios más altos, depende exclusivamente de un mercado coleccionista.

En los países del primer mundo donde es más amplia la clase media, esta categoría social determina o establece el mercado del arte contemporáneo.

Las estadísticas lo afirman al detectar que las ventas provienen de coleccionistas de este sector de la sociedad.

Como profesional del arte sabrás que este mercado se rige por unas normas poco ortodoxas y tiene sus propias reglas y es el criterio de determinados intermediarios que se encuentran entre el productor (artista) y el consumidor (coleccionista) quienes califican y valoran la calidad y solvencia de la producción artística.

 

También el consumidor final como coleccionista tiene un papel destacado en el mercado, ya que con su decisión de compra o rechazo de determinadas obras o corrientes artísticas influye finalmente en la fluctuación o desaparición de un artista del mercado.

No obstante, para el público en general y como potenciales compradores sigue siendo un misterio la evaluación de la obra que se comercializa, por no ser aplicada con criterios objetivos.

Sus gustos y preferencias artísticas suelen estar influenciados por la opinión de los profesionales teóricos y comerciales del mercado, ya que suele ser un público desconcertado estéticamente e inseguro en su propio gusto.

El desconocimiento de los entresijos que lo determinan y la falta de criterio propio en la mayoría de los casos hacen que se acepte, por comodidad o inseguridad, la opinión de críticos, comisarios e intermediarios de la venta de arte.

Concluyendo esta exposición, se puede resumir en que la cotización del arte es algo que pocos entienden, pero poseerlo da prestigio social, además del placer que genera a nivel personal.

 

En líneas generales, este es el escenario en el que tienes que actuar como artista y sobre el que tienes que plantearte las siguientes interrogantes para vivir de tu trabajo:

 

1.¿Puedo ser independiente o debo someterme a las exigencias del mercado?
2.¿Quién comprará mi arte y por qué?
3.¿Cómo puedo conocer y acceder a esos compradores?
4.¿Cómo planifico y oriento mi estrategia comercial?
5.¿Existen para el artista ofertas de trabajo y donde se publican?
6.¿A quién le oferto mi trabajo?
7.¿Cómo debo promocionarme para encontrar nuevos clientes?
8.¿Cómo acierto en la valoración de mi propia obra?
9.¿Por dónde empiezo?…

 

No es fácil dar una respuesta satisfactoria a cada pregunta y que, además, sea válida para todos los casos.

En la etapa formativa o en tu paso por la universidad no se te ha preparado para hacer frente a la necesidad de lograr hacer rentable tu trabajo y que éste te permita vivir dignamente.

Tampoco ser artista es el perfil más adecuado para plantearte el oficio desde una visión empresarial, ya que tu formación ha sido diametralmente opuesta a esta finalidad.

Entonces, ¿Cómo acertar en la decisión de ser artista?

Es la experiencia quien marcará el camino a seguir, en función de tus propias decisiones.

No se trata solo de aprender de maestros o colegas que admires, porque sus circunstancias son distintas a las tuyas.

Tienes que aprender de todos y de todo lo que te encuentres en tu trayectoria y del ambiente generacional y artístico en que te desenvuelves.

Se trata de mirar y trabajar sin imitar, pero si absorbiendo influencias de todos lados y asimilando contextos que pueden beneficiarte como emprendedor y artista.

Defiende tu independencia y hazlo dignamente, aunque en algún momento tengas que aceptar trabajos que limiten tu creatividad o libertad expresiva.

Quieres poder vivir desempeñando tu vocación y las posibilidades de conseguirlo son muchas.

No quieras ejercer tu oficio de forma unidireccional, sino adaptarte a los nuevos tiempos y a los cambios que experimenta actualmente la sociedad en demanda y preferencias artísticas.

  SALIDAS PROFESIONALES / SECTOR BELLAS ARTES

Creativo en los ámbitos de las Artes Plásticas y Visuales (Artista Plástico y Visual): – Dibujo – Pintura – Escultura – Arte Gráfico – Fotografía – Animación – Videocreación – Creación audiovisual y multimedia – Arte público – Arte intermedia – Net-art.

> Creativo en los ámbitos de las Artes Plásticas y Visuales Aplicadas: – Ilustración (infantil, científica, didáctica, publicitaria, de prensa, etc.) – Humor gráfico – Cómic – Mattepainting – Concept-art – Layout y story-board para cine – Creación de videojuegos – Animación y Fotografía (publicitaria, documental, cinematográfica, etc.) – Producción artística en cine y TV – Montaje de exposiciones – Escenografía – Arquitectura y Escultura efímeras (parques temáticos, carrozas, etc.) – Escaparatismo – Decoración – Maquetismo – Modelismo – Simulación tridimensional – Modelos escultóricos y anatómicos para la ciencia (ortopedia, medicina legal criminal y forense).

Creativo en los ámbitos del Diseño (Diseñador): (mediante posterior especialización en sus diferentes vertientes profesionales): Diseño gráfico, multimedia y de interacción – Diseño textil y de moda – Diseño industrial y de mobiliario – Diseño de jardines y paisajismo.

Gestor y Asesor Cultural: – Gestión y difusión en museos, centros artísticos, galerías de arte, casas de cultura e instituciones culturales de distinto tipo – Organización y producción de eventos y actividades culturales – Asesoramiento y comisariado de exposiciones – Participación en jurados y comités en convocatorias artísticas.

Docente en los ámbitos de las Enseñanzas Artísticas no regladas: – Gabinetes pedagógicos en Museos – Talleres de creación en instituciones y empresas públicas y privadas -Talleres de arteterapia – Actividades educativas de cooperación al desarrollo.

Docente en los ámbitos de las Enseñanzas Regladas de Nivel Medio (mediante el Máster Universitario en profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato y Formación Profesional. Especialidades: “Imagen, Diseño y Artes Plásticas” o “Ciencias Sociales”).

Docente en el ámbito de las Enseñanzas Artísticas Regladas de Nivel Superior: Universidades y Escuelas Superiores públicas y privadas.

Profesionales en otros ámbitos relacionados con las Bellas Artes: – Editor y redactor en publicaciones artísticas – Crítica de Arte – Comisariado de exposiciones – Participación en proyectos interdisciplinares de diversa índole (obras de ingeniería y edificación, desarrollos tecnológicos, instalaciones fabriles e industriales, intervención medioambiental, ordenación del territorio, Escenografía de teatro y publicidad, etc…)

Fuente: Universidad de Málaga

MÓDULO 1 | ¿QUÉ TIPO DE ARTISTA ERES?

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