MÓDULO 4 | TU RELACIÓN CON EL COLECCIONISTA
SEGUIMIENTO Y FIDELIZACIÓN DEL COLECCIONISTA
Al vender una obra no creas que ya está todo hecho y que a este comprador ya lo tienes fidelizado para siempre…
… aprovecha la oportunidad del nuevo contacto y diseña un seguimiento acorde a sus preferencias y posibilidades como coleccionista.
En principio, debes entender que un contacto de seguimiento no significa que vayas a conseguir inmediatamente nuevas ventas, pero si que es la herramienta correcta para facilitar la venta en un futuro próximo.
Para conseguirlo, voy a mostrarte las principales pautas que puedes seguir para alcanzar los objetivos propuestos, sin necesidad de acosar al cliente, sino tan solo recordarle que tu trabajo es una buena opción para satisfacer sus preferencias artísticas.
“El 90% del éxito se basa simplemente en insistir”.
Woody Allen
8 tips para hacer un buen seguimiento
Los pasos que puedes seguir para trazar un seguimiento correcto y proporcionado pueden ser los que se enumeran a continuación:
1. HAZ UN SEGUIMIENTO ORDENADO
Aprovecha la tecnología que hay disponible actualmente y controla eficazmente el seguimiento que debes hacer a tus coleccionistas.
Toda esta actividad puedes tenerla registrada en un CRM (en inglés Customer Relationship Management o Gestión de las Relaciones con Clientes), que es un programa que te permite centralizar todas las interacciones que tengas con tu clientela.
En resumen, se trata de analizar los datos que hayas obtenido y decidir que acciones llevar a cabo para estas relaciones.
Existen en el mercado varias opciones gratuitas y de pago de este tipo de aplicaciones: Hubspot, Zoho CRM, Streak, Bitrix …
4.IDENTIFICA SU FILIACIÓN ARTÍSTICA
Saber los gustos artísticos que tienen tus clientes es imprescindible para poderlos identificar y valorar cuál es su grado de aceptación en relación a tu obra, para que vuestra relación pueda ser satisfactoria.
5.ENVÍA CONTENIDO DE VALOR
Procura que los comunicados sean con un motivo razonado y de valor en su contenido.
Ellos apreciarán el material que les envías y aceptarán con agrado cada nueva entrega.
Edita un boletín periódico en el que puedes publicar lo mas reciente de tu obra, la actividad que mantienes a nivel artístico, ofertas especiales, servicios que puedes prestar, etcétera.
7. PERSONALIZA TU MENSAJE
Personaliza siempre los mensajes que envíes a tus clientes.
No mandes un comunicado idéntico a todos, aunque exista la misma idea de fondo, individualiza cada mensaje en relación a las personas, los gustos, las relaciones, etcétera.
2. RECUERDA DATOS CLAVES
Cumple con fechas clave en la vida de tus clientes y hazles saber que te acuerdas de ellos, no solo para ofrecerles tu producción, sino también en días tan señalados en su calendario personal como puede ser su cumpleaños, aniversario, onomástica o festividad señalada.
Ten en cuenta que estas fechas son una excelente oportunidad para recordarles tu creatividad y llegar a ellos de forma proactiva.
3. RACIONALIZA TUS COMUNICADOS
Si no recibes respuesta, no insistas.
Deja pasar un tiempo prudencial y evita persistir con demasiada frecuencia.
En la mayoría de los casos no recibirás respuesta a tus envíos o algunos, incluso, preferirán no seguir recibiéndolos.
Sé paciente y no te decepciones, porque es posible que tu oferta o información no llegue a su destinatario en el momento oportuno, no esté interesado o, simplemente, es porque no se molesta en manifestar que la recibe con agrado.
Programa los envíos y hazlo con un espacio de tiempo entre uno y otro que sea regular y moderado.
6. ENTIÉNDELO PARA FIDELIZARLO
Para ampliar las posibilidades que tienes de convertir a un posible cliente en coleccionista de tu obra, debes de investigarlo para disponer de unos datos básicos de su comportamiento como aficionado al arte.
Puedes conseguirlo conociendo que exposiciones suele visitar, galerías que frecuenta, actos culturales a los que asiste, si tiene web, un perfil en Linkedin o en alguna otra red social, etcétera.
Si quieres profundizar en el conocimiento de tu clientela, te será de mucha ayuda comprender que es lo que quieren o que les impulsa a comprar una determinada corriente artística, porque si está en tus manos ofrecerles lo que buscan, será más fácil cerrar la venta y fidelizarlo.
PLANTILLA PARA IDENTIFICAR A TUS COLECCIONISTAS
Es relevante que reúnas la mayor cantidad posible de datos de tu clientela para poderla identificar correctamente.
A continuación, te facilito un cuestionario, que puedes modificar según te convenga, pero que contiene los interrogantes básicos que debes formular.
Datos personales:
- – Género
- Edad.
- Nacionalidad.
- Profesión.
- Familia.
- Amistades
Datos de mercado:
- ¿Que colecciona?
- ¿Cuánto invierte en arte
- ¿Que le motiva a coleccionar?
- ¿Cómo te ha conocido?
- Si te ha comprado, ¿por qué?
Datos de Internet:
- ¿Usa las Redes Sociales?
- ¿Utiliza la red para obtener información
- ¿Compra arte por internet?
- ¿Conoce tu página web?
EVALÚA EL PRIMER CONTACTO
Es importante evaluar el primer contacto que tengas con el cliente, tanto si ha comprado, como si tan solo se ha interesado por tu trabajo artístico.
Debes repasar detenidamente toda la conversación que habéis, mantenido y clasificar su interés en función del siguiente baremo:
Poco interesante: Hiciste todo lo que estaba de tu parte para conectar con la visita, pero no mostró demasiado interés.
Interesante: Te facilitó sus datos de contacto y se interesó por seguir tus actividades futuras.
Muy interesante: La visita culminó con la adquisición de una obra y te ha facilitado sus datos de contacto para seguir tu trayectoria.
Un éxito: Ha comprado más de una obra y te ha pedido que le mantengas informado en lo que se refiere a tu producción en el futuro.
A continuación, te enumero una serie de tips para comunicarte por email con coleccionistas, galerías de arte o profesionales del sector:
1. Escribe un asunto atractivo, profesional y acorde con el propósito del correo.
2. Se breve y conciso. Evita extenderte con explicaciones innecesarias o secundarias.
3. Cuida el tono en que lo escribes. Sé correcto y personaliza en cada caso la redacción del mensaje.
4. Facilita la lectura. Mide la extensión del mensaje y hazlo lo más corto posible si quieres que se lea.
5. No uses emoticones o imágenes graciosas. Pueden ser contraproducentes y poco profesionales.
6. Despídete de forma amigable, pero siempre profesionalmente . No recurras a un trato demasiado personal.
7. Evita las erratas. Los errores gramaticales u ortográficos dan mala impresión. Repasa el texto.
8. Asegúrate de adjuntar todos los archivos que cites en el mensaje. No hacerlo deja incompleto y poco eficaz tu email.
PLAN DE TRABAJO: ENCONTRAR A TU COLECCIONISTA IDEAL
Marca tu propio plan de trabajo según tus preferencias, pero para descubrir a tu “coleccionista ideal” puedes hacerte una batería de preguntas similares a las que te señalo a continuación:
– ¿Por qué le puede interesar mi producto o servicios?
– ¿Qué valor añadido aporta mi trabajo en relación a los demás?
– ¿Su poder adquisitivo es adecuado a mis tarifas?
– ¿Cómo puedo acceder a él o a su área de influencia?
– ¿Qué proyección puede aportarme?
Si no consigues identificar al “coleccionista ideal” como destinatario de tu trabajo seguro que perderás el tiempo y dinero.
Tu estrategia de promoción y comercialización no será la adecuada y si consigues clientes serán esporádicos y poco apropiados para tenerlos con continuidad.
Sin embargo, cuando has seleccionado y delimitado bien el sector y conoces el perfil de sus integrantes consigues:
– Acertar en tu oferta porque el mensaje que transmites será el apropiado y en el lugar adecuado.
– Tendrás seguridad a la hora de trabajar, porque lo harás confiado en que tu obra tendrá una acogida mayormente favorable.
– Reducirás las posibilidades de moverte en un mercado tóxico y no adecuado a tu productividad consiguiendo con ello vender más y mejor.
CLAVES PARA FIDELIZAR A LOS CLIENTES
Analisis del cliente
Para saber que puede interesarle al cliente es necesario que, previamente, hagas el trabajo de identificarlo como tal.
Mediante un análisis de la compra realizada y los datos que tengas a mano, sabrás cuál es el cliente habitual y cuál es el que te compra esporádicamente, con lo que puedes determinar la forma en que tienes que relacionarte con cada uno de ellos. La calidad está en los detalles y en el apartado de la fidelización hay que cuidar la relación que mantengas con tus clientes con cierto mimo, porque son la fuente de tus ingresos. Para un artista, una relación duradera con su clientela debe estar basada en una atención personalizada y no en programas estandarizados, porque profesionalmente la suya es distinta a la mayoría de ofertas del mercado y su creatividad le obliga a marcar la diferencia. Una vez hayas definido tu cartera de clientes puedes pasar a planificar la campaña de fidelización y conservación.
Técnicas de fidelización
Conseguir la fidelización de un cliente satisfecho se puede conseguir más fácilmente si se utilizan estas técnicas:
1. Compromiso
Procura que tus clientes se vean como personas reales y no como números, ya que adquieres un compromiso con ellos desde que te compran por primera vez. En el campo de la acción online, aprovecha la posibilidad que te da hacerlo a través de tu blog, de las redes sociales o del email marketing.
2. Atención
Te desenvuelves en un terreno muy competitivo y en constante cambio que debes tener en cuenta y no descuidar ninguna ocasión para dar un buen servicio.
3. Promociones
Animarlo para que te compre en el futuro, puedes hacerlo ofreciendo un cupón descuento para la próxima adquisición que te haga.
4. Precio especial.
También puede ser una buena forma de fidelizar a tus compradores, el hacerles un precio especial o crear una comunidad (club) exclusiva para los que ya son clientes.
5. Newsletter
Mantenlos informados periódicamente de tus logros y proyectos enviándoles un boletín o newsletter que, además, puedes segmentar por intereses personalizados.
6. Diferenciación
No todos los que te compran son iguales en preferencias, forma de pago, plazos o costumbres, por lo que te conviene marcar una diferencia en el trato que mantengas con ellos. Acertar en la relación con cada uno es importante para conseguir su fidelización.
7. Sello personal.
Como artista, tu obra no es un producto corriente, sino que lleva implícita unos valores, una filosofía, tu marca personal que la hace diferente y que debes potenciar para que el cliente la aprecie como poseedor de algo exclusivo.
8. Sorprender.
Toda buena relación necesita romper la rutina de vez en cuando y si lo haces con tu clientela fiel puedes sorprenderla, ocasionalmente, con alguna originalidad por tu parte o con algún regalo.
9. Cumplidor
No prometas lo que no estás seguro de poder cumplir. Si te comprometes con algún plazo, cúmplelo o si ofreces un regalo, procura que sea de la misma calidad que tu obra.
9. Diversificar
No puedes estar ofertando siempre lo mismo en un mercado tan competitivo como es el del arte, por lo que estás obligado a diversificar tu trabajo o especializarte, con el fin de marcar la diferencia y crear la necesidad de compra.
En definitiva, fidelizar se reduce a crear un vínculo efectivo entre tus clientes y tú o tu marca.
Es un trabajo que nunca termina y que no debes descuidar, porque empieza tan pronto materializas una venta.
Para que tu vocación artística sea el sustento con el que te ganas la vida es necesario tener una venta continua y unos ingresos permanentes que hagan viable y con futuro tu carrera.
Conseguirlo está en obtener y conservar una clientela por la que tienes que trabajar constantemente para fidelizarla, porque su satisfacción inicial no siempre te garantiza que permanezca fiel a tu oferta.
TIPOLOGÍA DEL COLECCIONISTA
Hasta el inicio del capitalismo, el coleccionismo estaba en el mecenazgo de la iglesia, la realeza y la aristocracia, siendo considerado un símbolo de ostentación que solo estaba al alcance de un status social muy limitado.
Se puede remontar al siglo XVII, época de referencia en que se sitúa el nacimiento del mercado del arte, tal y como se entiende hoy en día.
“Los cuadros dejaron de actuar como objetos de poder político o religioso y circulaban como parte de un patrimonio y forma de inversión”, explica el director del Bucerius, Franz Wilhelm Kaiser.
Auspiciado por el comercio, se fue fomentando la progresiva democratización del acceso a la cultura y al arte, iniciándose un coleccionismo burgués.
Paralelo a la revolución industrial y los salones parisinos, aparecieron los marchantes, los galeristas y los críticos que dieron impulso y reconocimiento a la figura del nuevo coleccionista.
En un principio, era más impulsivo y pasional que, con el tiempo, ha ido transformándose en un sujeto del mercado del arte más profesionalizado, racional y mejor asesorado en sus adquisiciones, que convierte, en muchos casos, en un proyecto personal.
Actualmente, el coleccionista con vocación de mecenazgo apoya a los artistas, dinamiza el mercado y promueve la innovación estética del público, con una actitud muy distinta a la de simple especulador del mercado.
Identificados los gustos que motivan la compra de arte, los coleccionistas se les puede delimitar en cinco sectores:
COLECCIONISTAS PRIVADOS
Estos son, sin duda alguna, el porcentaje más amplio dentro del total de los coleccionistas y se pueden diferenciar en tres grupos:
1. Inversionista: Invierte como valor refugio o buscando la revalorización de la obra. Tiene un gran poder adquisitivo y es muy activo en el mercado internacional participando en eventos y convocatorias.
2. Habitual: Además de una finalidad estética, está interesado en formar una colección. Suele acudir a galerías y ferias de arte a nivel nacional o internacional.
3. Ocasional: Es una compra motivada por el gusto personal y supone un esfuerzo económico, por lo que no son frecuentes sus adquisiciones.
COLECCIONES PÚBLICAS
Estas colecciones suelen corresponder a museos e instituciones públicas que se encuentran en proceso de ampliación (casi siempre constante) de su fondo artístico.
A nivel de promoción es la compra que más le interesa al artista por la difusión y prestigio que obtiene su obra.
En el plano mercantil se suelen aplicar descuentos y, aunque no sea la venta más rentable en el plano económico, si se rentabiliza por la notoriedad que aporta al artista.
La compra se realiza normalmente con el asesoramiento de la galería o en la celebración de alguna feria de arte.
ARTISTAS
Hay artistas que adquieren obras de sus compañeros con cierta asiduidad.
En muchas ocasiones no existe la compra, sino más bien es el intercambio de obras.
COLECCIÓN CORPORRATIVA
Las adquisiciones son para el fondo de una empresa o institución destinada a la promoción y difusión del arte.
Igual que en el caso anterior, la venta de obras a este tipo de compradores le ofrecen gran notoriedad al artista por la difusión y promoción que hacen del fondo artístico.
Normalmente, adquieren las obras a través de galerías y ferias de arte.
GALERIAS
La motivación que anima al galerista a coleccionar puede ser su interés por tener una colección, comprar para revender o adquirir la obra con el fin de cederla en exposiciones externas a su negocio.
Su experiencia como agente del mercado del arte le permite conocer las firmas que pueden ser más rentables como inversión a corto y medio plazo, por lo que es mucho más habitual de lo que parece su actividad como coleccionista
RELACIÓN DEL ARTISTA CON EL COLECCIONISTA
El coleccionista es una pieza fundamental, porque es el que permite al artista seguir creando y vivir de su vocación, a las galerías poder gestionar la intermediación y consigue que se renueva y incremente el patrimonio artístico de un país.
El coleccionista Eduardo Rivera considera que se debe desmitificar la figura del coleccionista y manifiesta que “todavía se cree que hay que tener un alto nivel adquisitivo para comprar arte, sin pensar que se puede tener una buena obra por menos de lo que cuesta una pantalla de televisión”.
Aunque la relación del artista con el coleccionista se reconoce más bien a través de la galería que lo representa, es un sujeto indispensable en su trayectoria profesional.
La conexión directa del artista con el coleccionista sin recurrir a la figura puente entre ambos que representa la galería, es posible y disponer de una cartera de fieles compradores fortalece la independencia del artista frente al hermetismo de la estructura mercantil del mercado.
Las ventajas de trabajar con una galería son múltiples y quedan bien descritas en el apartado donde me he ocupado de las “Relaciones del artista con la galería”, porque se entiende que los artistas necesitan a los galeristas para dar a conocer sus obras y los coleccionistas buscan en la galería su orientación para adquirirlas.
No obstante, aunque la galería siga siendo el punto neurálgico del mercado, en un mundo cada día más global con la presencia de internet, el artista se está independizando y busca nuevos canales de difusión, donde se le permite prescindir de los agentes tradicionales que gestionan el entramado mercantil del arte.
Es necesario tener una planificación adecuada para introducir al coleccionista en el estudio y poder relacionarte el artista directamente con él sin intermediarios.
Hay que conocer los gustos y necesidades que tiene el tipo de coleccionista que nos interesa captar, diseñando un perfil que se ajuste a tu línea de trabajo y a sus preferencias de colección, como te he explicado en el apartado «Plantilla para identificar a tus coleccionistas».
MOTIVOS QUE INDUCEN A COLECCIONAR
Desde el punto de vista del artista, la relación que mantenga con el coleccionista debe hacerlo conociendo cuáles son sus motivaciones como comprador:
Gusto personal:
Cuando se inician en coleccionar este motivo suele ser el principal aliciente para adquirir obra.
Beneficios fiscales:
Son obras muy específicas las que pueden acogerse a esta modalidad de desgravación, ya que tienen que estar identificadas y registradas como Bien de Interés Cultural.
También desgravan gastos de conservación y restauración de este tipo de obra.
Finalidad estética:
Los gustos culturales y estéticos son el pretexto por los que se empieza a coleccionar en función de preferencias personales, aunque con el tiempo se busque asesoramiento profesional para vertebrar el fondo de arte acumulado.
Valor refugio:
Cuando se entiende el arte como un valor refugio se suele apostar por artistas consagrados que aseguren el capital invertido y al que se pueda recurrir en casos de crisis económica.
Reconocimiento social:
El poder adquisitivo del coleccionista y el valor de la colección le confiere un sello de poder económico que lo diferencia a nivel social y es suficiente pretexto, no solo para mantener, sino aumentar continuamente la colección.
Finalidad cultural e histórica:
Este tipo de coleccionismo se centra en colecciones públicas que buscan, difunden y exhiben piezas muy significativas de un periodo determinado o tendencia artística.
CLAVES PARA UNA BUENA INVERSIÓN
El coleccionista no debe invertir de forma impulsiva condicionado por imposiciones de la moda o de gustos temporales, porque es muy posible que su inversión no se revalorice, sino todo lo contrario.
El arte emergente es un nicho de mercado en que el coleccionista hace una inversión que le puede ser muy rentable a largo plazo, pero son varios los factores de riesgo que tiene que tener en cuenta, ya que no es una firma aún consolidada y está en el inicio de su carrera.
Además de sus preferencias personales, debe asesorarse para hacer una compra con garantía de futuro y que sea reconocido su valor artístico en un mercado de ámbito internacional.
Limitando el fondo de arte a autores locales se acota el mercado en que se puede introducir la obra en tiempos de crisis o se infravalora su cotización cuando se quiera desprender de ella.
El arte contemporáneo acapara la atención del coleccionista moderno, pero no hay que olvidar a los clásicos que tienen una notoriedad indudable y actualmente están en un baremo de precios muy asequibles, mientras que obras de arte más modernas alcanzan cotizaciones muy dispares en relación a su calidad.
El coleccionista debe dejarse aconsejar por los expertos, normalmente galeristas o anticuarios, pero siempre sabiendo diferenciar si el consejo es oportuno o interesado en venderle la oferta de su propio catálogo.
Debe darse tiempo para valorar las ofertas y asesorarse debidamente por más de un experto para poder valorar lo que le interesa para su colección o que le será más rentable económicamente como inversión.
Como hemos señalado anteriormente, cuanto más conocido sea el artista, más segura es la compra, aunque hay que tener paciencia y ser consciente de que cuando la finalidad es la inversión, normalmente, los resultados son a largo plazo.
Si tienes una página web y mantienes una cartera de clientes o usuarios que siguen la actualidad y novedades que ofreces en ella, te conviene distribuir periódicamente un boletín o newsletter con información sobre tu actividad artística.
Empezaremos por el diseño que debe ser atractivo visualmente, con una plantilla que debe contener el mismo formato en todas las ediciones con tu nombre, foto o logotipo, contacto identificado en colores y estilo con los de tu blog o web para que tus suscriptores te reconozcan inmediatamente.
La forma de redactarlo debe reflejar tu personalidad profesional y no dar una imagen equivocada a tu audiencia.
El contenido debe ser ameno, con informaciones cortas y esenciales, porque textos muy extensos tampoco se leerán.
En él puedes compartir tus experiencias creativas, proyectos que estés desarrollando, historias de tu vida como artista o como ves el mundo.
En resumen, lo que quieras que sepan de ti o el reflejo de tus inquietudes y de lo que te importa.
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Escribe cada contenido como si fuera una información única y exclusiva que no está en el blog, pero sí compartes en el boletín entre tu suscriptor y tú.
Sé regular en los envíos y no abuses de ellos para no abrumar a tus suscriptores y que algún suscriptor decida darse de baja.
Una vez completada la realización del boletín es importante que le hagas una revisión a fondo para corregir posibles desajustes o rectificar algún error que se te haya podido pasar, como puede ser:
– ¿He corregido debidamente los textos?
– ¿El encabezado está personalizado para que cada suscriptor lo sienta como exclusivo?
– ¿El texto es original y no repites ideas ya expresadas anteriormente?
– ¿El contenido es atractivo para que sea leído?
– ¿He revisado los enlaces para que redirijan correctamente?
-¿Puedo aportar alguna innovación para mejorarlo?
Por último, recomendarte que analices periódicamente si tu newsletter funciona y tiene sentido para tus suscriptores, aprendiendo de sus aportaciones mediante análisis, estadísticas de envíos o pidiéndoles directamente su opinión.
MÓDULO 4 | TU RELACIÓN CON EL COLECCIONISTA
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