Roles y responsabilidades del representante artístico
Le entregas tu trabajo, que es tu negocio y tu medio de vida.
Una vez se han explicado cuáles son los roles de los distintos intermediarios o agentes que intervienen en la gestión de la obra de arte y su protagonismo en el mercado, a partir de ahora me centraré exclusivamente en la figura del representante artístico.
Te explicaré cuáles son sus funciones y responsabilidades, para que puedas fundamentar su relación y saber en qué términos podéis colaborar.
Por supuesto, no son indispensables sus servicios, pero su gestión es relevante y debes tenerla en cuenta como artista por muy bien que sepas autogestionar tu carrera.
En primer lugar, te ahorrará tiempo y quebraderos de cabeza, permitiéndote centrarte en tu proyecto artístico.
Tu representante debe ser una persona honesta y digna de tu confianza, de la que debes de conocer su trayectoria profesional, la experiencia que han tenido con él otros artistas y cuáles han sido los resultados de su intermediación.
Se debe ser cauto a la hora de comprometerse con un representante, porque vas a poner en sus manos tu futuro como artista.
Le entregas tu trabajo, que es tu negocio y tu medio de vida.
Por su parte, él debe de creer en tu talento, promocionando tu obra y trabajar estrechamente contigo en todo momento.
La finalidad es conseguir juntos los objetivos que habéis acordado previamente
El representante profesional debe creer en tu talento como representado y trabajar sincronizado contigo e identificarse con tus condiciones, valores e ideas.
Es su responsabilidad asesorarte en temas de mercado y de relación socio-cultural, supervisando todo lo que hayáis programado y analizar la repercusión de cada nueva acción que se haya ejecutado.
¿CUÁLES SON SUS FUNCIONES?
Las funciones de un representante son muy amplias, ocupándose en acciones de promoción, divulgación, relaciones con la prensa, organización de exposiciones, asistencia a ferias, convocatorias, finanzas y contabilidad.
sus tareas no se limitan solo a vender, sino también a trabajar para tu futuro buscando patrocinadores, coleccionistas y oportunidades del mercado o segmento en que desempeñe su trabajo.
Muchas de las acciones que realiza un marchante no persiguen la venta como finalidad, sino hacer visible a su representado a los galeristas, críticos y coleccionistas.
Más que vender inmediatamente, busca la forma más rentable a medio plazo que es la de “colocar” en una colección o exposición relevante la obra del artista que representa.
Está claro que en un mercado tan subjetivo como es el del arte la reputación del artista se beneficia del prestigio de las colecciones en que se encuentra su obra.
La demanda de su producción aumenta en la medida que su marca personal consigue notoriedad en el exclusivo ámbito coleccionista.
Concretando, puede ocuparse de todas o varias de las siguientes funciones:
– Asesoramiento profesional cuando se firmen contratos, colaboraciones e intercambios.
– Ser enlace y apoyo en las relaciondes del artista con el sector.
– Promoción en medios de comunicación y con todo tipo de eventos artísticos.
– Aconsejar en cuestiones legales y de imagen, entre otros.
– Estimular al artista en su trabajo y motivarlo para emprender nuevos proyectos.
– Organizar presentaciones que publiciten la obra y la imagen de su representado.
– Relacionarse con galerías, críticos, comisarios y medios de comunicación.
– Ser puente de contacto con el sector coleccionista.
– Administrar el material para la promoción del artista, como son videos, fotografías, web, redes sociales, entre otros.
En definitiva, el representante de artistas plásticos es una figura a la que se le autoriza la realización de gestiones, asesoría y representación en la comercialización y promoción del artista y su obra.
Siempre será un buen consejero para el artista cuando éste tenga que tomar decisiones complejas o determinantes para su carrera artística.